sábado, 24 de marzo de 2012

Mezquina

Los años pasan por las venas, por el rostro y los nervios. Minutos, en lo que se acaba una exhalación, se transforman en horas. Y las horas en pies que esperan por salir corriendo. Un punto son infinitas líneas que se intersectan al igual que yo, parada en medio de la nada, mientras momentos y estrellas fugaces pasan y me traspasan.
Por alguna razón, las palabras se deshacen en mi boca antes de llegar siquiera a rozar mis labios. Uno lee mucha chatarra, donde se supone que ser introvertido es sinónimo de arisco y es así como terminé por convencerme de que entregar cariño no es lo mío. Es raro cuando te sientes una espectadora de tu propia vida, cuando el casette se ralla, cuando tus ojos registran todo en cámara lenta y tienes que correr para alcanzar a los demás.
En realidad, la vida se contradice.
Me miro al espejo me encuentro con alguien relativamente normal, mas por dentro sé que soy imposible de encontrar en un diccionario. Cuando cierro los ojos, el mundo parece fácil. Prestar atención es un problema cuando piensas más de la cuenta; eternas palabras que nunca llegan a formularse. Síndrome de personalidad taciturna, de persona sin raíz o quizás con tantas que no se puede mover. 

3 comentarios:

  1. Me encantó y me identifiqué tanto.

    "Uno lee mucha chatarra, donde se supone que ser introvertido es sinónimo de arisco y es así como terminé por convencerme de que entregar cariño no es lo mío." Adoré.

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  2. Amiga ¡me encanta!
    Cada vez que te leo me sorprende cuán parecidas somos en algunas cosas, en serio.

    "Me miro al espejo me encuentro con alguien relativamente normal, mas por dentro sé que soy imposible de encontrar en un diccionario."

    Te había mencionado antes esto, pero lo vuelvo a hacer, porque realmente me gusta.
    Siento que de cierta forma eres como yo; un puzzle, un laberinto gigante que nadie logra entender, y aveces, que ni siquiera logran notar.

    Un abrazo cebollita (:

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  3. Por alguna razón te entiendo y comparto lo que escribes.
    Me gusta la parte donde dices que tus palabras ni siquiera rozan tus labios. Eso es muy cierto. Es cierto también cuando ni las palabras pueden expresar lo que sientes y quieres decir.

    Un besito, bonita.

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