domingo, 22 de mayo de 2011

Sí, eres tú. No yo

Pareciera que la cáscara lo es todo, tenemos ese ridículo afán de que el hecho de simpatizar es directamente proporcional con una buena forma de ser… O por lo menos, eso nos dará la “vida social que queremos”. Es un asco. No se trata tampoco de ser un drama existencial tipo Hamlet todo el tiempo, sino de ser tú mismo.
En la Escuela descubres eso, entre otras cosas. Lo trascendental de cada uno está precisamente en eso que no encaja con el resto y que a veces uno se empeña por ocultar. La vida se sostiene gracias a las cicatrices.
Si cada persona tiene dignidad y al observarla el amor debe ser lo más importante, si al representar tienes que ser consciente de toda esa interioridad y estar orgulloso de poner eso en escena; ¿POR QUÉ TE EMPEÑAS EN SER LA FACHADA DE TI MISMO?

¿Por qué haces de ti un personaje? Ni eso siquiera, porque para un personaje de comedia es serio su dilema
.
No soy mejor que nadie, ni le caigo bien a todo el mundo, pero de algo estoy orgullosa: Soy persona y no me importa si eso es echar la carrocería encima. Tengo lágrima endógena, no me sé defender, no hablo más fuerte, pero cuando toco, siento; escojo mis palabras como si se tratara de una composición musical y cuando te miro con estos ojos que apenas enfocan, te atravieso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario